Hola a todos. Me gustaría empezar este post con un agradecimiento, digo, para variar mis tan ya conocidas disculpas jaja. Pues sí, en esta ocasión quisiera agradecer a quien se pasa a leer las líneas que escribe esta fanática. La verdad es que me ilusiona mucho cuando me paso por las estadísticas del blog y veo algunas visitas que se han hecho en los últimos días; no importa si son pocas o muchas, lo que me gusta es saber que alguien, ahí afuera, comparte el sentimiento de fanatismo y se toma unos minutos para leer lo que pienso.
Muchas gracias a ustedes, y por supuesto, está abierta la invitación a cualquier duda, comentario, sugerencia... hasta regaño e inconformidades jaja. Como les dije, este es un blog en el que cualquiera tiene un espacio para expresarse.
Así que después de los agradecimientos, vamos a lo que me trajo a este post, que de eso se trata, ¿no?
Estaba en mi ya habitual ping pong de series, y es que llegó un momento en que ya no sabía que ver. Después de buscar en internet, un día prendí la TV y vi que estaba anunciada una serie que llegué a ver cuando era niña, pero no era precisamente infantil. Era nada más y nada menos que Dr. Quinn.
El elenco de la primera temporada
Tendría yo unos 9 o 10 años cuando transmitieron la serie (doblada en español latino) aquí en México. Recuerdo que al llegar de la escuela, prendíamos la televisión y a las dos de la tarde pasaban Viajeros en el Tiempo - Quantum Leap- (he aquí otro programa digno de su propio post) y después Dr. Quinn, la mujer que cura.
